De esas que odian la soledad y las compañías vacías, las palabras huecas y las frases hechas
De esas que no son feministas aunque muchos digan lo contrario
Con la única intención de sacar lo que emerge de mis perturbados pensamientos ya que hasta mis ideas tienen ideas...
Con frecuencia las cosas que hacemos o dejamos de hacer, son claramente influenciadas por el pensamiento muchas veces constante o insistente del tan famoso “qué pensarán de mi”
¿Qué se dirá de mi si yo…?
¿Cómo me veré si…?...... Etcétera…
A menudo esos pensamientos no son más que el reflejo de nuestros propios pensamientos ya que difícilmente alguien nos dirá de frente lo que opina con respecto a algo de nosotros, sin embargo, ese pensamiento nos sigue por donde quiera que vayamos actuando de manera directa e indirecta en las decisiones que tomamos, desde elegir que ponerse, que comprar, donde comer, que look usar, con quien salir o el tipo de amistades que nos rodean, todo esto conforma el mundo de nuestros propios demonios personales, aquellas cosas que de forma absurda nos limitan a hacer lo que en numerosas ocasiones sabemos que nos proporcionará un bienestar tácito pero por el maldito “qué dirán”, permanecemos limitándonos al grado de ser títeres del mundo que nos rodea, según nosotros.
¿No sería más fácil actuar de manera desinhibida, ilimitada y congruente con la manera de pensar personal de cada uno?, si, es decir, si pienso una cosa, digo otra y actúo de otra, ¿no estamos atentando con nuestras propias creencias?, con aquello que nos hace ser como somos, con la esencia de cada persona, aquello que lo identifica de un mundo lleno de mascaras y corazas.
De repente sería bueno levantarse y dedicarse explícitamente a complacer cada uno de nuestros deseos en cualquier campo de la vida del ser humano.
Hacerlo con la firme intención de sentirse satisfechos, plenos, llenos y realizados en el mejor de los casos, decir SI, si en realidad así se desea y dar un NO rotundo cuando no se nos apetezca tener determinada conducta.
Como siempre, la moraleja de esto sería, ser feliz si así se desea, ser infeliz por así permitírselo y sentirse conforme con una vida llena de obstáculos o de caminos y puertas abiertas, la decisión está en cada uno.
Recordemos que los peores jueces de cada uno somos nosotros mismos, de repente sería bueno no juzgarse tan severamente y darse la oportunidad de equivocarse y aprender del error, si se incurre otra vez es por dos razones, una no se aprendió nada en la primera ocasión y dos, por creer que las cosas siempre podrían ser mejor o tres, por estúpido o despistado…
Además es necesario analizar a que es lo que realmente se tiene miedo, a lo que otros digan de mí, o a lo que yo puedo estar pensando acerca de mis acciones… y comportamientos y niego con insistente ansiedad…
Dos frases para analizar:
Existen dos tipos de idiotas: los que dejan de hacer algo porque reciben amenazas, y los que creen que van a hacer algo porque están amenazando a alguien. Paulo Coelho
Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo. Sigmund Freud
Y recordar algo, el qué dirán, la mayoría de las veces existe en nuestras aturdidas cabezas, el mundo que nos rodea siempre rumorará de aquello que le incomode por alguna situación o que le cause extrañeza o mórbida curiosidad, la decisión está en nosotros, detenernos a escuchar, modificar los comportamientos para satisfacer las exigencias de aquellos que nos observan o… en el mejor de los casos, escuchar, aprender y seguir de frente.